Amparado por la imagen del primer ministro Narendra Modi, el gubernamental Bharatiya Janata Party (BJP) continúa hoy su senda de éxitos electorales al triunfar en otros dos estados indios.
La formación nacionalista hindú de derecha mantuvo el poder en Nagaland y arrebató, tras 25 años, el control de Tripura a la alianza de izquierda, que ahora solo gobierna en el suroccidental territorio de Kerala.
Nuestro partido está en el poder, señaló tras el conteo de votos el presidente del BJP, Amit Shah, quien subrayó que esa agrupación administrará 15 de los 29 estados del gigante surasiático.
Modi también celebró la victoria en Tripura, que consideró épica, pese a que es uno de los estados más pequeños del país.
En los comicios celebrados en 2013 en esa región, el BJP conquistó allí apenas un dos por ciento de los votos.
En Meghalaya el partido del Congreso, el principal de la oposición, logró 21 escaños de un total de 60, pero una formación clave en alianza con el BJP suma igual número.
Ahora se pronostican allí duras negociaciones para formar gobierno, aunque la mayoría de los expertos consideran que la agrupación de Rahul Gandhi se alzará a la postre con el triunfo.
Nuestra derrota estuvo motivada sobre todo al dinero y al poder empleado por el BJP, denunció el secretario general del Partido Comunista de la India-Marxista, Sitaram Yechury.
El dirigente lamentó el fracaso de la izquierda en Tripura, ante lo cual llamó a un profundo análisis interno.
La prensa nacional y diversos analistas destacan la importancia de estos resultados, pues si bien los tres estados son pequeños en comparación con el resto, el BJP en la región noroccidental de la India nunca tuvo mucha fuerza.
La imagen positiva de Modi resultó, una vez más, clave en ese proceso, estimó el diario The Times of India, aunque subrayó que el partido del Congreso, de la mano de Rahul Ganhdi, comienza a mostrar una leve recuperación.
Con estas victorias, el Bharatiya comienza el año como cerró 2017: por la puerta grande.
En diciembre el partido triunfó en los comicios en Himachal Pradesh y Gujarat.
Más allá de ser unos comicios locales, el proceso en Gujarat despertó interés en el gigante asiático por ser el estado natal de Modi, quien dirigió el gobierno allí del 2001 al 2014.
A principios del pasado año el BJP arrasó en las justas celebradas en varios estados, en especial en el norteño Uttar Pradesh, el más populoso de esta nación con unos 215 millones de habitantes.
Uttar Pradesh fue la joya de la corona en el proceso electoral iniciado el 4 de febrero que incluyó los territorios de Manipur, Uttarakhand, Goa y Punjab.
A ello se sumó la elección de Ram Nath Kovind y Venkaiah Naidu, ambos del BJP, como presidente y vicepresidente de la India, respectivamente, en sendos procesos electorales.
Desde su arrollador triunfo en los comicios generales de 2014, el primer ministro vio como su partido se impuso en numerosas justas estaduales.
Desde entonces, Modi solo sufrió dos contratiempos, su derrota en los procesos celebrados en esta capital y en el norteño estado de Bihar, aunque hace unos meses el jefe de gobierno de este último territorio cambió de bando y formalizó una alianza con el poder central.
Esta situación brinda al BJP una gran ventaja de caras a los comicios generales de 2019.
Roberto Castellanos Fernandez
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