Trump en el exterior: Encuentros clave
La gran atención mediática que generó la presencia del presidente norteamericano, Donald Trump, en la cumbre del Grupo de los 20 (G20), estuvo motivada en gran medida por el encuentro con su homólogo ruso, Vladimir Putin.
Sobre la reunión celebrada el 7 de julio en Hamburgo, Alemania, se conoció que abordaron cuestiones como el acuerdo para crear una zona de distensión en Siria, la situación en Ucrania y la República Popular Democrática de Corea (RPDC).
Pero esos temas de importancia global parecieron poco para muchos medios norteamericanos, que pusieron el énfasis en la presunta interferencia rusa en las elecciones de 2016 y una supuesta complicidad con el equipo de campaña de Trump.
Según el secretario norteamericano de Estado, Rex Tillerson, el republicano introdujo el asunto varias veces, y Putin negó nuevamente la intromisión de su país.
Ante las cámaras el estadounidense mostró lo expresado en otras ocasiones de que pretende reparar los vínculos con Rusia; sin embargo, el escenario doméstico no lo ayuda en ese propósito.
La polémica de los nexos con la nación euroasiática se mantiene como una constante contra su administración, agudizada tras el regreso de Europa con la revelación de que su hijo mayor, Donald Trump Jr., se reunió con una abogada rusa en junio de 2016.
Al mismo tiempo, su voluntad de ‘trabajar de manera constructiva’ con Moscú choca con los esfuerzos en el Congreso para imponer nuevas sanciones a Rusia a causa del asunto de los comicios, a pesar de que aún hay investigaciones sin concluir sobre la materia.
Trump tuvo en las últimas semanas otras dos citas clave, la primera de ellas también en el contexto de la Cumbre del G20, con su par chino, Xi Jinping.
Durante esa conversación, en la que fue muy importante el tema del comercio, el jefe de la Casa Blanca repitió su llamado a actuar contra la RPDC, solo un día después de que la nación asiática reiterara el carácter autodefensivo de sus pruebas de misiles balísticos.
Aunque esa misma semana Washington inició un nuevo ejercicio militar en la península coreana, el estadounidense no deja de calificar al territorio oriental de amenaza y quiere presionar a China en la cuestión.
El jefe de Estado dijo estar construyendo una gran amistad con Xi, pero pocos días después la agencia Reuters difundió que su administración considera imponer sanciones adicionales a bancos y firmas del gigante asiático por sus relaciones con la RPDC.
Fuera de ese ámbito, las reuniones con los líderes de Rusia y China evidenciaron que, pese a presiones internas, a Trump no le queda otra alternativa que reconocer a esas dos naciones como actores fundamentales a nivel mundial en el plano económico y político.
Menos complejo fue su diálogo con el presidente francés, Emmanuel Macron, durante una estancia en la nación europea en la que el norteamericano fue invitado de honor a la celebración por el Día de la Bastilla.
En su cita con el galo, el visitante resaltó los estrechos vínculos históricos con un territorio que es aliado tradicional de Washington, y se refirió a los compromisos comunes para combatir el terrorismo.
Las tres entrevistas, junto a otras mantenidas en el G20, confirmaron algunas prioridades de Trump en su política exterior y las divisiones existentes en los círculos políticos de su país sobre cómo abordar esos temas.
Varios sectores, acostumbrados a que Estados Unidos busque siempre ejercer su hegemonía e imponer sus intereses en cualquier parte de orbe, creen que con el actual presidente el liderazgo de la nación se ha debilitado.
Martha Andrés Román
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