Trump: La desconfianza

Donald Trump a pesar del gesto diplomático para subsanar un largo historial de atropellos y malentendidos con nuestro país en el intento de avanzar hacia la construcción de un trato mutuo, la colaboración en temas de interés común, la reciprocidad y la simetría.

Apenas el día de ayer se desliza y verbalmente dice acabar con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y buscar una relación bilateral con nosotros, y otra con Canadá. Divide y vencerás…

La ficción rebasa la realidad y el ‘‘enemigo” es del orden del fantasma de ‘‘algo” amenazante que no tiene rostro, que no puede encuadrarse en el tiempo ni en el espacio y confronta descarnadamente a una experiencia ominosa, siniestra.

Lo ominoso, lo siniestro, pertenece al orden de lo terrorífico, siendo aquello que suscita angustia y dolor. Lo ominoso es una variedad de lo mismo que se remonta a lo consabido de antiguo. Si nos preguntamos de lo consabido de antiguo, a lo familiar.

Y preguntamos con Sigmund Freud cómo es posible que algo familiar se vuelva ominoso y en qué condiciones se presenta de esta forma, el sicólogo vienés recurre al análisis de la palabra alemana unheimlith, que es lo opuestoheimlich, que es traducido como familiar, íntimo; lo unheimlith, lo ominoso, resulta terrorífico, justamente porque no es consabido.

Lo heimlitch se torna un unheimlith, pero el vocablo no es unívoco, está abierto a múltiples significados y lo que aparece es el retorno de lo reprimido infantil. La lectura de este texto de Sigmund Freud sobre lo ominoso ilustra a la perfección el juego macabro en el que parecemos suspendidos como marionetas. Fácilmente pasamos a reconocer en la figura de Donald Trump los terroríficos fantasmas de la infancia, en las aterradoras imágenes, discursos que los medios de comunicación nos invaden permanentemente. Ejemplo; los juegos de horror de su entrevista con Vladimir Putin en Helsinki, Finlandia.

Lo antaño hospitalario se vuelve agreste e inhóspito; el amigo, enemigo; el civilizado salvaje; la seguridad-miedo; la certidumbre, paranoia.

Un desdoblamiento especular de lo íntimo, familiar, y a la vez siniestro que nos habita.

Confusión del adentro y afuera; la fantasía y la realidad; la razón se sale de sus goznes.

Frente al ‘‘enemigo sin rostro”, la amenaza de lo fantasmático, aparecen las fantasías más arcaicas, la paranoia y la actuación.

Lo más irracional aflora y la capacidad para reflexionar nos abandona.

Con Donald Trump el mundo se ha tornado unheimlith, se ha poblado de fantasmas.

El fantasma Trump asusta al mundo.

José Cueli

Artículos de:

Disclaimer: The contents of this article are of sole responsibility of the author(s). The Centre for Research on Globalization will not be responsible for any inaccurate or incorrect statement in this article. The Center of Research on Globalization grants permission to cross-post original Global Research articles on community internet sites as long as the text & title are not modified. The source and the author's copyright must be displayed. For publication of Global Research articles in print or other forms including commercial internet sites, contact: [email protected]

www.globalresearch.ca contains copyrighted material the use of which has not always been specifically authorized by the copyright owner. We are making such material available to our readers under the provisions of "fair use" in an effort to advance a better understanding of political, economic and social issues. The material on this site is distributed without profit to those who have expressed a prior interest in receiving it for research and educational purposes. If you wish to use copyrighted material for purposes other than "fair use" you must request permission from the copyright owner.

For media inquiries: [email protected]