Ucrania: Trasplantes clandestinos y de exportación con “biomaterial” de soldados heridos

Un alto funcionario ruso denunció que Ucrania está usando a sus militares heridos como «biomaterial», extirpándoles clandestinamente órganos para destinarlos a trasplantes para quienes puedan pagar esos órganos en Estados Unidos, Israel y Europa occidental.

«A los ucranianos los arrojan para participar en los llamados asaltos de carne de cañón, que derivan no solo en enormes pérdidas, sino que, según la información que llega, en el uso de efectivos heridos de las Fuerzas Armadas como biomaterial, extrayéndoles de forma oculta los órganos para trasplantes», dijo el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev,en la ciudad norteña de Petrozavodsk.

El año pasado el presidente ucraniano Vlodímir Zelenski firmó una ley que prevé el trasplante de órganos humanos sin consentimiento. A mediados de julio, un grupo de diputados ucranianos introdujo un proyecto de ley que busca prohibir la extracción de órganos para trasplantes de militares fallecidos con el fin de «evitar posibles abusos y manipulaciones en el espacio informativo».

Los legisladores buscaban enmendar la ley que entró en vigor en enero de 2022 y que permite a los ucranianos convertirse en donantes póstumos de órganos mediante un procedimiento simplificado que no requiere su consentimiento notarial. Cabe recordar que ya en setiembre de 2005 el Consejo de Europa certificó, tras una investigación, la existencia del tráfico con órganos de bebés en Ucrania.

La acusación específica fue de Ruth Gabi Vermot-Mangold, encargada de preparar un informe para la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa sobre denuncias del secuestro de niños recién nacidos, para utilizar sus órganos en trasplantes y como fuente de las valiosas células-madre.

En julio de 2014, a escasos meses de la  operación militar contra el Donbás, medios rusos denunciaron que órganos humanos, de las víctimas de las operaciones, principalmente llevadas a cabo por los batallones nazistas Azov, Dnipro, la milicia centuria – con entrenamiento en varios países miembros de la OTAN – estaban siendo utilizados para la extracción y venta a clientes de Europa Occidental.

El portal de la radio rusa Vesti señaló que “varias conversaciones filtradas entre Serguéi Vlásenko -abogado de la exprimera ministra ucraniana Yulia Timoshenko- , y la médica alemana de origen ucraniano Olga Whyber, sacaron a la luz un obsceno plan orquestado de tráfico de órganos” .

El plan involucró a comandantes de la Guardia Nacional ucraniana, los batallones nazis, políticos ligados a los gobiernos posgolpe, que realizaron pedidos relativos a qué tipo de órganos y a qué países debían dirigirse (clínicas de EEUU, Israel y países de Europa occidental).

Era un proceso que trataba de mantener en secreto estos crímenes, parte de un mercado negro y que oscilaba entre extraer órganos mediante equipos en terreno o recurrir a la extracción de órganos de aquellos heridos, incluso de las propias filas ucranianas, que eran trasladados a hospitales donde los equipos en alerta procedían a realizar las intervenciones y proceder a trasladar el fruto de sus crímenes a los países que requerían estos órganos para el mercado ilegal de trasplantología.

En abril de este año, Pátrushev ya indicaba que Occidente había tropezado con «un repunte del mercado negro de compraventa de órganos humanos de las capas sociales vulnerables de Ucrania» con el objetivo de realizar operaciones de trasplante ilegales a pacientes europeos . En esos destinos esta “cultura del trasplante ucraniano” trata de convertir lo delictivo en algo legal a través de la aprobación de la ley N.º 2427-VIII sobre el uso de trasplantes anatómicos humanos.

Era una ley marco, que necesitaba detalles y aclaraciones. A finales de diciembre del 2021, la Rada Suprema aprobó la Ley de Ucrania 5831 “Sobre la regulación de la cuestión del trasplante de materiales anatómicos humanos”, una manera muy peculiar para dar  un viso legal a lo criminal y que se seguirá verificando a medida, que las tropas rusas descubran y den a conocer los crímenes cometidos por el régimen nazi ucraniano en el Donbás.

Son crímenes, donde los propios heridos del ejército ucraniano han servido de materia prima para el corrupto régimen de Kiev. Los cientos de desaparecidos: soldados y civiles ucranianos, incluso ligeramente heridos, que tuvieron la mala suerte de ser hospitalizados por el ejército ucraniano han sido declarados desaparecidos y desertores para evitar el pago de pensiones a sus familiares, mientras sus órganos “emigraban” a algún cuerpo que pudiera pagar ese órgano.

Isabella Arria

Isabella Arria: Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la).

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