Venezuela bajo un gobierno cleptocrático
Dicha organización define la corrupción como el abuso del poder para beneficios privados que finalmente perjudica a todos y que depende de la integridad de las personas en una posición de autoridad. Según la OPEP, Venezuela es uno de los países más ricos en petróleo, dado que cuenta con las reservas, probadas, de petróleo más grande del planeta, lo que provocó que dicho país contara con una de las economías más prosperas del mundo hasta finales del siglo pasado.
Con un mensaje populista y bajo el juramento de restituirle el poder al pueblo, en el año 1998 llega Hugo Chávez al poder, victoria que fue vista por los diferentes partidos políticos de la época como una amenaza potencial debido a que enfocó su gobierno en el incremento de medidas regulatorias a la economía del país y mediante nacionalizaciones, asumiendo el control empresarial petrolero, bancario, cementero, eléctrico y las telecomunicaciones, en fin tomó el control de aquellos organismos considerados trascendentales para la economía del país. A partir de ese momento, el naciente gobierno llevó a cabo una limpieza en los cargos gubernamentales, abolió el senado y adoptó fuertes reformas judiciales, todas encaminadas a reducir la corrupción. Con el deceso de Chávez en el año 2013, llega a la presidencia del país Nicolás Maduro, heredando una economía totalmente en retroceso y con muy poco respaldo de las grandes élites y los fragmentos populares. Desde los primeros días del gobierno de Maduro, este le otorgó mayor protagonismo económico, político y social al ejército, sector armado que se apropió del control de negocios altamente lucrativos como la distribución de alimentos y la minería del oro.
Luego de varias sacudidas económicas y políticas del gobierno venezolano, Transparencia declara que en el país petrolero se ha impuesto un gobierno conforme a un modelo cleptocrático[2], orientado a la especulación de los dirigentes gubernamentales quienes por orientación de la alta dirección del país no rinden cuenta de sus operaciones, permitiéndole, de esta forma, que funcionen en la impunidad. Transparencia realizó una revisión a 576 empresas que se encuentran en manos del estado, concentrando su investigación en aquellas 160 que pertenecían a los sectores de hidrocarburos, servicios públicos, minería y alimentación. En un documento conclusivo de 1 300 páginas Transparencia expresó que se trata de un modelo de gobierno enfocado en el enriquecimiento de los propios directivos que ejercen el monopolio de las decisiones de los recursos y el poder, sin rendir cuentas y en el que prevalece un alto nivel de impunidad.
El informe detalla que las juntas directivas chavistas están minadas de amiguismo y nepotismo[3], que las empresas públicas no hacen público su presupuesto, estructura accionaria, sueldos y salarios de sus empleados y mucho menos dan a conocen los detalles de las ejecuciones financieros.Desde el 2003, las 576 empresas estatales recibieron del gobierno nacional más de 500 mil millones de dólares, sin embargo para finales del año 2018 se encontraban operantes solo 467, las 109 restantes cerraron o quebraron sin conocerse las razones y desconociéndose que hicieron o donde fueron a parar los millones de dólares entregados por el gobierno. Maduro protege, resguarda y continúa con las expropiaciones y confiscaciones iniciadas por el fallecido presidente Hugo Chávez, incriminando al empresariado local y foráneo de mantener una guerra económica para sacarlo del gobierno, especulando con los precios y acaparando productos de primera necesidad para la población.
Desde el mismo día del descubrimiento de las riquezas petroleras venezolanas los acuerdos y desacuerdos que implicaron su repartición, fomentó la corrupción en el gobierno y en las altas élites de poder.
Notas:
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