El reflejo en los medios internacionales de prensa de los últimos acontecimientos en Venezuela indica que el país es víctima de una brutal guerra mediática y la manipulación de los hechos para justificar una intervención externa.
En un artículo titulado ‘El nacimiento de una nueva época: la post verdad’ y escrito por el sacerdote jesuita Nathan Stone, éste informa que el Oxford English Dictionary (OED) escogió un término escandaloso para su palabra del año 2016: post-truth, (post-verdad).
Stone define el asunto como relacionado ‘a circunstancias en las cuales los hechos objetivos tienen menos peso sobre la opinión pública que los sentimientos y creencias personales’.
Según el analista venezolano, Sergio Rodríguez, este es el elemento fundamental sobre el que se construye la desinformación que emerge de las redes sociales, algo que tiene una total aplicación a este país cuando muchos medios tergiversan situaciones para apoyar una campaña de odio.
Stone afirma que la post verdad ‘pareciera indicar una época en la cual la verdad quedó como la obsesión excéntrica de algunos, una moda obsoleta de antaño’ y lo reafirma señalando que el Washington Post nos ha comunicado que: ‘Es oficial. La verdad ha muerto’.
En la última semana el chavismo dio una manifestación de fuerza y la cobertura reflejada en el exterior no fue ni siquiera equilibrada, así sucesivamente ocurrieron otros hechos como el ataque al hospital materno infantil Hugo Chávez, donde medios dijeron que el gobierno fue el culpable y causante de la tragedias.
Según estudiosos de los medios de prensa, las corporaciones mediáticas son un verdadero poder que lanzaron compañas que en los últimos años precedieron las agresiones contra Libia, Siria y otras naciones.
Por lo que se vio en los últimos días, en el caso de Venezuela, falsear la realidad y tergiversarla se puso de modas.
Publicaciones nacionales y extranjeras, por ejemplo, indican que los muertos y heridos registrados en el país en las manifestaciones recientes, sin presentar pruebas, son responsabilidad del gobierno, algo que se aleja de la verdad, pues las fuerzas públicas solo tratan de contener la violencia, según informes de fuentes imparciales.
En otro reflejo de manipulación, periódicos en el exterior y usuarios de redes sociales acusan a las autoridades de armar a civiles cuando Maduro anunció que medio millón de milicianos estarían armados.
Conocedores del tema señalan que la milicia es un componente militar histórico de las Fuerzas Armadas Venezolanas, es algo normal, no son civiles, según la legislación del país.
Los últimos acontecimientos indican que los adversarios de la Revolución Bolivariana buscan crear un falso positivo mediático para justificar una intervención externa, algo que puede ocurrir, entre múltiples acciones, si los enemigos del chavismo siguen usando bandas criminales para propiciar la confrontación civil.
Está escrito en la historia que Joseph Goebbels, ministro de Ilustración Pública y Propaganda del gobierno de Adolfo Hitler, fue un maestro de lo que pasa hoy en Venezuela, y su frase más célebre ‘Miente, miente, miente que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira, más gente la creerá’, destaca hoy en la guerra contra esta nación.
Luis Beaton
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