La senadora Elizabeth Warren y el exsecretario de Vivienda Julián Castro emergieron como ganadores en la primera parte del debate de los candidatos presidenciales demócratas, evento que concluirá hoy en la ciudad estadounidense de Miami.
Una decena de aspirantes del partido azul a la Casa Blanca subieron anoche al escenario del Centro para las Artes Escénicas Adrienne Arsht en esa urbe del sureño estado de Florida, pero muchos análisis posteriores coinciden que esas dos figuras tuvieron el mejor desempeño.
En el caso de Warren, era esperado que sobresaliera en la discusión, la cual estuvo enfocada en temas como economía, inmigración, cambio climático y control de armas, pues la legisladora por Massachusetts es la figura mejor posicionada en las encuestas entre todos los participantes de este miércoles.
Castro, sin embargo, resultó para algunos medios y analistas la gran sorpresa de la noche, ya que es un candidato de menos alcance nacional, que según el promedio de encuestas del Portal Real Clear Politics se encuentra en el onceno puesto entre 25 aspirantes presidenciales.
La actuación de Warren no fue un estallido, pero resultó sólida. Se mantuvo fiel a su mensaje central durante toda la noche: abogó por un cambio dramático y estructural para erradicar la corrupción corporativa y redistribuir la riqueza de la elite a las clases media y baja de Estados Unidos, consideró el portal digital Vox.
En momentos en los que los sondeos la ven recortar la diferencia que la separa del senador Bernie Sanders, segundo demócrata mejor ubicado hasta la fecha, la legisladora pareció interesada en apelar más a la base de los votantes de su colega en la Cámara Alta con su apoyo explícito a la propuesta de atención médica universal Medicare para todos.
Warren entró en el debate con un impulso en su campaña. Nada de lo que hizo el miércoles por la noche detendrá ese impulso, estimó la televisora CNN.
Según esa misma cadena, Castro había estado muy por debajo del radar hasta llegar a esta discusión, pero eso debe cambiar luego de su desempeño, fundamentalmente en cuestiones como la inmigración.
El extitular de Vivienda recibió la primera pregunta relacionada con ese tema, y la aprovechó para conectar la crisis fronteriza y la desesperación de quienes quieren ingresar a Estados Unidos con la propuesta más radical de su plan en la materia: revocar la Sección 1325 del Título 8 del Código de Estados Unidos.
Tal apartado establece que las entradas ilegales a este país constituyen un delito federal, mientras Castro considera que deberían ser vistas como una infracción civil, con el fin de despenalizar esos cruces.
De acuerdo con Google Trends, las búsquedas en línea del nombre de Castro aumentaron en dos mil 400 por ciento desde el inicio del debate, y también tuvo varios momentos durante el evento que llamaron la atención en las redes sociales.
Otra figura que generó algunos criterios positivos fue el senador Cory Booker, quien tuvo el mayor tiempo de discusión, al hablar en total 10,9 minutos, y se apoyó en su experiencia como exalcalde de Newark, Nueva Jersey, para presentarse como el único candidato que ha vivido en una comunidad de bajos ingresos.
El miembro de la Cámara Alta destacó en la discusión sobre el control de armas y la violencia contra las personas transgénero, al tiempo que se mostró como una figura que protegerá a los miembros de la comunidad LGBTQ.
Pero de acuerdo con CNN, aunque el senador encontró una manera de introducirse en la mayoría de las conversaciones durante la noche, no tuvo ninguna línea memorable, una opinión compartida por otros medios.
Un criterio bastante extendido es que quizás el gran perdedor fue el excongresista Beto O’Rourke, quien, según el diario The Washington Post, era uno de los candidatos que más necesitaba una buena actuación y no la consiguió.
El periódico señaló cómo varios de sus rivales desafiaron exitosamente al exrepresentante, incluido el propio Castro en el tema de la sección 1325, y el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en una discusión sobre los seguros privados de salud.
De cualquier modo, para evaluar realmente el alcance del debate y el desempeño integral de los contendientes habrá que esperar a la jornada de este jueves, cuando otros 10 candidatos a la nominación demócrata para los comicios de 2020 subirán al escenario, entre ellos cuatro de los cinco principales pesos pesados de la campaña.
Martha Andrés Román
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