Coronavirus y recesión económica mundial

Bolsas con caídas históricas, mercados con millonarias pérdidas, entre otras varias de sus consecuencias son los efectos que ha traído la vertiginosa expansión del virus covid-19. De allí que el impacto del brote de coronavirus en la economía a escala global podría ser mucho mayor al esperado con la caída de las bolsas, la baja en la producción industrial y del sector servicios. Lo que comienza a tener una incidencia en el aumento del desempleo y el empeoramiento en las condiciones de vida de los estratos sociales con menor poder adquisitivo y más desprotegidos ante la pandemia. 

Toda parece indicar que la economía mundial ha comenzado a caminar por una profunda recesión. Al respecto cabe destacar el anuncio con bombos y platillos del Banco of América, el que ha afirmado que la recesión ya ha llegado a los Estados Unidos y que esta significará la “pérdida de empleos y la riqueza será destruida”. Además porque el virus está golpeando a una economía mundial cargada con altos índices récord de deudas. Ahora los expertos del Banco Alemán estiman que el PIB de los Estados Unidos podría caer en un 13% superando las cifras del 2008.

También se vaticina que la zona euro se verá profundamente afectada, con una contracción de un 24% en el segundo trimestre de 2020, con Alemania enfrentando un retroceso del 28%. El diagnostico que se hace del comienzo de esta crisis, afectará las áreas de las importaciones, exportaciones y del mundo financiero, además con una caída notable de la industria manufacturera a escala global.

Las secciones económicas de diversos medios de prensa señalan que el PIB a escala mundial, solo alcanzaría 0,3% anual, lo que repercutiría aún más en esta recesión en marcha. Lo que implica de forma clara la recesión en el ámbito de la producción. De allí que las perspectivas de crecimiento siguen siendo muy inciertas. Pero debemos tener en cuenta que el crecimiento del PIB mundial se desaceleró aún más en el cuarto trimestre de 2019, a poco más del 2½ por ciento, antes que entrara en escena la pandemia.

En el caso de Europa, las economías más afectadas serán la italiana y la española, las cuales además aún no logran parase del todo de crisis anteriores. Sin embargo las economías de los países más desarrollados también sufrirán las consecuencia de esta recesión, para luego destacar que en mayor o menor medidas, todos los países del mundo se verán afectado de diversas formas.

Medios de prensa económicos vía online, destacan que por ejemplo el Instituto IFO entrega los datos de confianza empresarial del mes de marzo. El índice registra la mayor caída desde 1991 al pasar de los 96 puntos a 87,7 puntos, situándose en niveles de agosto de 2009. La entidad señala que la confianza empresarial alemana está cayendo por un barranco, ofreciendo pruebas escalofriantes de que la economía más grande de Europa podría estar ya encaminada hacia su peor recesión desde la crisis financiera mundial de 2008.

En sus pronósticos IFO contempla un colapso de Alemania que supondrá una caída del PIB del 4,5% en el segundo trimestre. Al momento de escribir estas líneas Alemania no ha tomado medidas tan drásticas como otros países para frenar la extensión del coronavirus, de allí que el mensaje es relevante, pues la economía alemana se estaría desmoronando gradualmente.

También cabe destacar que la caída de las bolsas a escala global puede tener un efecto muy negativo sobre el consumo y la inversión, incluso en países que aún no han sufrido las consecuencias del coronavirus directamente. A ello debemos sumarle el colapso de los precios del petróleo, cuyos efectos en la economía mundial, en este momento de incertidumbre puede ser más perjudiciales que otra cosa.

Guilhem Savry, director ejecutivo de Unigestión, expresa que de acuerdos a sus estimaciones, que están basadas en el supuesto de cuatro a seis semanas de encierro en Europa y EE. UU. (por el coronavirus) lo que nos llevan a un crecimiento en el conjunto de 2020 del -1% en Europa y del 0% en EEUU. Producto del bajo nivel de crecimiento observado antes de la crisis de coronavirus, cualquier enfrentamiento adverso hundiría a la economía global en una situación desafiante y que dejará a la luz cualquier debilidad subyacente», afirma el representante de Unigestión.

El causante de la crisis está siendo una pandemia que está paralizando la economía, en principio, de forma temporal pero de una forma difícil de atajar. Lo que está claro es que las economías que ya manifestaban un crecimiento débil como la zona euro, podrían encaminarse antes en la recesión, con un crecimiento económico que ya se consideraba relativamente estancado y quizás ahora sufrirla con mayor intensidad que otras regiones del planeta y que presentan una mayor diferencia entre crecimiento y productividad.

Ahora ante la pandemia cuyo origen a estado en territorio chino y sobre el cual no se descarta que este haya sido introducido en el país, con el objeto de poner en jaque la economía del país asiático, después de la guerra económica entre Estados Unidos y China.

Al respecto las autoridades económicas del país asiático han expresado que la tendencia positiva en la prevención y el control de la epidemia ha sido consolidada y expandida constantemente, y que la restauración de la producción normal y de la vida diaria ha sido acelerada. Xi Jinping, en una reunión con los líderes más destacados del país, señalo particularmente el riesgo creciente de casos importados pues la COVID-19 se propaga rápidamente en todo el mundo.

Para luego expresar que la reanudación del trabajo se presentará gradualmente en Wuhan, mientras que la normalidad va avanzando gradualmente en la región más afectada del país. Ante la creciente presión a la baja sobre la economía de China, Xi Jinping pidió en la reunión acelerar el establecimiento de un orden económico y social compatible con la prevención y el control de la epidemia. Para luego agregar “que debe hacerse más trabajo para alentar activamente a las empresas e instituciones a reanudar el trabajo y la producción de manera ordenada en medio de los esfuerzos para minimizar las pérdidas causadas por la epidemia”, afirmó en la reunión.

Debemos tener presente que la economía global es cada vez más interdependiente y China desempeña un papel cada vez más relevante en la producción mundial, el comercio, el turismo y los mercados de productos básicos. Esto influye en las repercusiones económicas que pueda tener hacia otros países y que genere ciertos inconvenientes con China, pero el país asiático está en condiciones de reponerse en forma rápida de las consecuencias del corona virus, pues China cuenta con los recursos para hacerlo.

Lo que refleja que China está dispuesta a seguir manteniendo su liderazgo en materia económica y comercial. De allí que en la reunión se solicitó el fortalecimiento de la investigación y análisis de la situación económica global y de la formulación oportuna de políticas y medidas concretas para minimizar las consecuencias que ha generado la aparición del corona virus.

Todo parece indicar que China no quiere formar parte de esta recesión que se viene anunciando desde el mundo occidental, pues China tomará nuevas medidas para mantener estables el comercio exterior y la inversión, y para ayudar a las empresas a superar las dificultades y mitigar el impacto del brote de coronavirus.

Al respecto se tomarán nuevas medidas para allanar el camino de la cadena industrial y de capital, y promover la reanudación del trabajo y la producción de manera coordinada. Finalmente cabe destacar que el Ministerio de Defensa de China dio a conocer el 10 de marzo en un comunicado haber desarrollado “con éxito” una vacuna contra el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 , causante de la neumonía COVID-19 , y ha autorizado las pruebas en humanos, según precisa la nota, el Ministerio de Defensa chino ha aprobado además los ensayos clínicos en humanos de una vacuna contra el coronavirus con éxitos notables, pero poco difundido por la prensa occidental.

Eduardo Andrade Bone

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