Negociaciones difíciles: China lista ante ataque tarifario de EE.UU.
La vuelta de China a la posición defensiva ante el ataque y amenazas arancelarias de Estados Unidos minimiza las esperanzas de que en las negociaciones comerciales previstas para hoy logren alejarse de su guerra a muerte.
El gigante asiático elevó el tono en su respuesta y ahora replanteó su determinación a proteger hasta las últimas consecuencias sus intereses e incluso a pagar cualquier precio sí Washington persiste en la escalada de presiones en su contra.
‘Lamentamos profundamente las medidas (de Estados Unidos) y sostenemos que no están acorde con los intereses de nuestros pueblos y del mundo’, dijo en un breve comunicado el Ministerio de Comercio.
Se trata de la primera declaración oficial a la subida del 10 al 25 por ciento anunciada desde mañana a los tributos impuestos a mercancías de este país valoradas en 200 mil millones de dólares.
El presidente estadounidense, Donald Trump, tomó esa decisión el domingo pasado porque consideró muy lentas las negociaciones bilaterales sobre el esperado pacto Washington-Beijing y además amenazó con aplicar pronto tarifas del 25 por ciento a bienes chinos por 325 mil millones de dólares que permanecen libres de gravámenes.
China reaccionó al comienzo con mesura e incluso envió a su equipo a la capital estadounidense para continuar las consultas, pese a la turbulencia desatada por Trump y que terminó con la tregua de seis meses a la guerra comercial.
No obstante, sus medios alertaron sobre el mantenimiento de una postura firme, ecuánime y consistente del Gobierno ante las actitudes volátiles e impredecibles de la administración norteamericana.
Uno de los más influyentes, el Global Times, este jueves calificó de imprudente la acción de la Casa Blanca y fustigó que se empeñe en avivar el conflicto en un momento tan crítico, cuando los negociadores están por verse las caras nuevamente.
‘Es una pena que luego de encontrar un punto medio en la mayoría de las diferencias China y Estados Unidos aun no tengan consenso en los últimos temas esenciales. Ambos quieren un pacto (…) pero están preparados para pasar del modo diálogos en tiempos de tregua al de pelear y hablar’, indicó en un extenso editorial al respecto.
El diario se refirió a que las divergencias en el tratamiento a los asuntos medulares condujeron a la situación actual, pues Washington exige demandas escudado en su fortaleza y Beijing no las acepta porque considera que debe regir el principio de equidad.
‘China no teme al conflicto con Estados Unidos en este último minuto. Ante al ‘gran garrote’ de la amenazas tarifarias otra vez demuestra su confianza en que responderá a la guerra comercial’, acotó.
Tras referirse a la incertidumbre que rodea las consultas de hoy y mañana, Global Times mencionó la preparación integral del gigante asiático para reducir las pérdidas de sus empresas y a la vez enfrentar el peor escenario derivado del duelo.
‘La búsqueda de justicia e igualdad a nivel global a veces exige un alto precio (…) Si falla la última ronda de pláticas en Washington entonces ambos países deben encontrar respuestas en el futuro’, concluyó.
El retorno al temido choque comercial entre ambas potencias esta semana tomó forma y ahora es difícil para analistas o medios especializados predecir una solución porque una de las partes sigue empecinada en la confrontación, mientras la otra se defiende, sin renunciar al diálogo.
El panorama no resulta del todo novedoso, más bien es una especie de círculo vicioso, en el que primero surgen señales alentadoras sobre el fin de la controversia y luego todos los arreglos conseguidos entre sí quedan en letra muerta por decisión unilateral del país norteamericano.
De hecho, esos antecedentes siempre inhibieron las expectativas sobre los resultados reales de cualquier negociación y más con Trump autocalificándose como un ‘hombre de tarifas’ si no se consigue un trato a su gusto, al comienzo de la tregua que él mismo pactó con el presidente chino, Xi Jinping.
Esa pausa se convirtió para China en un recorrido donde desde el inicio le tocó esquivar y muchas veces afrontar una arremetida tras otra, sin abandonar la búsqueda de una salida al diferendo.
Las próximas horas serán decisivas y el mundo entero sigue pendiente de cómo se desenvolverá las relaciones comerciales entre los dos países que, de optar por la batalla, pueden arrastrar al abismo a toda la economía global.
Yolaidy Martínez Ruíz
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